Saluda el Concejal de Turismo, Javier Gómez
El más significativo de los vinos que se crían en las bodegas de Sanlúcar es la Manzanilla, es el único de entre todos los que salen de nuestros barriles que lo hace en exclusividad, gracias a nuestras especiales características geográficas y climáticas. Esta peculiaridad de su crianza ha dado lugar a que se instituya en un referente gastronómico local; pero por extensión a todos los aspectos concernientes con la actividad vitivinícola durante las muchas generaciones que la han cuidado, comercializado y disfrutado sobre la mesa.
Nuestros visitantes perciben su presencia cuando, antes de llegar a entrar en el núcleo urbano y a lo largo de las carreteras de acceso, divisan los viñedos que hermosean nuestro paisaje. Una vez en la ciudad, pasean entre las bodegas de Manzanilla, que forman parte de la trama urbana, que, entre palacios, jardines y templos, disponen la distinguida estructura monumental de Sanlúcar y que tanto nos representa. Manzanilla y Sanlúcar de Barrameda son términos idénticos.
En efecto, este oro líquido ha trascendido el ámbito puramente enológico para identificar al conjunto de nuestra población, motivo por el que ha resultado ser uno de los referentes turísticos de la ciudad.
En este nuevo Centro de Interpretación de la Manzanilla, se albergarán los entresijos de la procedencia, la crianza y el destino de la Manzanilla; su estética histórica, su oferta empresarial, y su sabor.
Por otra parte, el hecho de que este centro se encuentre en Las Covachas, uno de los enclaves históricos de Sanlúcar, tanto por su sugerente estética como por su antigüedad, subraya el carácter profundamente intrínseco de la Manzanilla en nuestra sociedad, hecho que el sector turístico acogerá del mejor de los grados.
Todo lo que podría decir de este vino que da nombre al Centro de Interpretación es un adelanto a las experiencias que aquellos que lo visiten podrán vivir. Si embargo, no hay palabras que se asemejen a la sensación que produce un paseo con el inconfundible olor a su crianza, o la de su inconfundible sabor. Espero que todas estas sensaciones continúen siendo un reclamo para que los turistas regresen a probarlas con las mismas ganas.
Javier Gómez Porrúa, concejal delegado de Turismo.

Javier Gómez Porrúa, Concejal de Turismo de Sanlúcar